Dentro del libro El color de los
pensamientos y de los sentimientos
de Francesco de Bartolomeis encontré un capítulo que me pareció el
más interesante para leer con respecto al arte en los niños. Este
capítulo es el número doce, y se titula El
retrato.
Me pareció muy importante hablar de este capítulo ya que como
mencionaré después los niños a la hora de expresarse en una hoja
en blanco, cuando ya han abandonado el garabateo, lo primero que
reproducen son a ellos mismos o a sus padres, centrándose muchísimo
más en el retrato que en el cuerpo entero.
Representarse
a sí mismo y a los demás
Los niños desde muy pequeños reconocen en sus trazos o garabatos la figura del rostro humano. En un estudio sobre la percepción, los investigadores señalaban que
la variabilidad en los tipos de caras se debía a los cambios en el trazado. En
los niños, el interés por la figura humana y en especial por el
rostro se desarrolla muy pronto ya que el círculo es la primera
forma organizada que emerge de los garabatos y ellos asocian con el
rostro.
En las escuelas el trabajo sobre el cuerpo y su representación ocupa
un lugar muy importante porque procura estimular el crecimiento y el
desarrollo de los conceptos visuales al tiempo que enriquece y
alimenta la adquisición de habildades gráficas.
Colores,
afecto, emoción

Para niños de tres años, hablar de mamá/papá es contar qué hace
y cómo se comporta con él y con los demás, esto es un acto
espontáneo cargado de emociones y por tanto cuando hacen un dibujo
éstos son muy significativos ya que están cargados del físico de
la madre/padre, los colores que viste, los sentimientos que expresa,
etc.
Los niños de tres años realizan retratos de sus compañeros y de
ellos con ayuda de un espejo y buscan semejanzas y diferencias entre
ellos mismos. Por toda la clase encontramos espejos de maneras y
medidas insólitas. Otro juego muy estiulante es la sombra del
cuerpo, la cual descubren de manera ocasional, surgen entonces
juegos que fascinan a a los niños y que luego ayudan a reconocer los
elementos internos de la luz y el color.
Algunos
problemas con el retrato
Los niños experimentan muchas dificultades a la hora de expresar
superficies, volúmenes, el color de la piel... y por tanto la
realización de un retrato les implica dedicación. En la escuela se
les enseña multitud de materiales para que se familiaricen con los
diversos tipos de líneas y se realizan actividades para fortalecer
estos conceptos (líneas en zig-zag, onduladas, punteadas, rayadas,
etc.)
Una actividad muy habitual en las aulas de 4 o 5 años es la
“búsqueda de las expresiones en los rostros” de esta forma los
niños comprenden que hay elementos del rostro (boca, ojos, cejas,
etc.) que cambian y permiten que captemos intenciones comunicativas.
El retrato frontal es el más común y fácil, pero a los 5 años se
empiezan a realizar retratos de perfil lo cual les resulta mucho más
difícil debido sobretodo a la perdida de la simetría en los
elementos del rostro.
Izaskun.
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